Las sociedades humanas son sistemas vivos; es decir, conjuntos de familias organizados para asegurar la supervivencia y crecimiento de la comunidad, con capacidad para obtener, elaborar e integrar materiales del medio natural y de otras sociedades.
A. EL CONTEXTO INTERNACIONAL
La última cualidad citada supone que toda sociedad es, al mismo tiempo, un subsistema dentro del sistema que forman las sociedades de su civilización, y ésta, a su vez, otro subsistema en el sistema de todas las civilizaciones.
Por tanto, antes de iniciar el estudio de una sociedad concreta en un tiempo concreto, es preciso situarla dentro de las coordenadas históricas del momento y hacer referencia al tipo de relaciones que mantendrá con las otras sociedades de su entorno, lo que nos dará los parámetros para evaluar su desarrollo.
Establecido ya el marco de referencia internacional, abordaremos el estudio de nuestra sociedad de dos maneras distintas:
-
sincrónicamente; es decir, su situación en un momento determinado de su historia, y
-
diacrónicamente; vale decir, su evolución a lo largo del tiempo.
B. EL ESTUDIO SINCRÓNICO
Al analizar cualquier formación o sistema social debemos considerar que estudiamos el modo de vida de personas que, básicamente, tenían los mismos problemas que nosotros; es decir, nacían, crecían, se emparejaban, sufrían y gozaban, tenían hijos y morían; se relacionaban con otras personas, trabajaban y se encontraban integrados en jerarquías sociales y políticas que estimulaban o bloqueaban su desarrollo humano o social; finalmente participaban de un complejo sistema de valores, normas, costumbres, hábitos y creencias, de unas mentalidades en fin, cuya comprensión nos permitirá entender no sólo su mundo, sino también el nuestro, que en definitiva es el objetivo de toda historia como más adelante veremos.
Todas las actividades y situaciones enunciadas, para un estudio más cómodo, las podemos agrupar en tres estructuras sectoriales básicas:
1. Estructura socioeconómica: Integrada por dos subestructuras complementarias.
a) Estructura económica: Llamamos así al conjunto de medios humanos y materiales, y de relaciones sociales encaminadas a producir y distribuir bienes y servicios; es decir, todo lo necesario para la vida de los individuos y de la comunidad. En ella conviene distinguir:
-
Medio natural: El espacio geográfico (ubicación, relieve, clima, recursos...) donde se desarrolla una sociedad.
-
Población: La protagonista de toda historia, portadora de la fuerza de trabajo, cuyo potencial biológico y capacitación científico-técnica importa destacar.
-
Medios de producción: También llamados capital, están constituidos por todo el equipamiento material y científico-técnico con que cuenta la sociedad. Su diverso desarrollo influirá decisivamente en las
-
Relaciones de producción: Son las relaciones que se establecen entre los grupos humanos que se apropian de los excedentes de producción y los productores directos (amos y esclavos, señores y siervos, empresarios y asalariados...), y muestran de qué manera se efectúa la apropiación.
-
Carácter de la producción: La producción puede estar orientada hacia actividades muy diversas: agricultura, ganadería, industria, servicios, etc.
Medios de producción y relaciones de producción constituyen el núcleo de toda estructura económica y determinan a largo plazo la índole y desarrollo de una sociedad.
b) Estructura social: Llamamos sociedad a un conjunto humano estable organizado primariamente en familias, pero susceptible, además, de otros tipos de organización (estamentos, parroquias, gremios, sindicatos, iglesias...), que comparte un territorio, unas instituciones y una cultura.
Desde que, con la revolución urbana, aparecen los primeros excedentes de producción, toda sociedad se halla estructurada en clases sociales; es decir, presenta un determinado orden social.
Una clase social está constituida por el conjunto de familias que ocupan el mismo lugar en unas relaciones de producción dadas; esto es, se delimita por el modo y proporción en que sus miembros participan de la riqueza o renta social, lo que determina un estilo peculiar de vida que se manifiesta en comportamientos, hábitos, creencias, grados de bienestar y de formación, opciones políticas...; aunque todas las clases sociales tienden a imitar los comportamientos de la clase dominante.
Básicamente encontramos dos grupos de clases:
-
Clase dominante: Es la que controla la distribución y se apropia de los excedentes; posee, por tanto, el poder económico (nobleza feudal, grandes terratenientes, burguesía industrial, burguesía financiera...) y controla el poder político.
-
Clases dominadas: Son las que, por carecer de dicho control, se hallan en total dependencia de la clase dominante (esclavos, siervos, proletariado rural y urbano, asalariados...)
Es frecuente a veces que la estructura social básica esté reforzada por una estructura jurídica, e incluso religiosa, que trata de consolidar la organización clasista; tenemos así los
-
estamentos, el segmento social delimitado y defendido por un estatuto jurídico propio, y las
-
castas, el grupo humano caracterizado por su pertenencia a una determinada religión o creencia cuando no tiene comunicación con otros grupos.
2. Estructura jurídico-política: Se concreta en el régimen político que, constituido y definido por elsistema político y el sistema de poder, es la manera con que la clase dominante se organiza y organiza a la sociedad para mantener su poder.
-
El sistema político es el conjunto de individuos (de la alta nobleza, del alto clero, electores...) y de instituciones (Rey, Cortes, Consejos, Ministerios...) que participan en la formulación de decisiones (órdenes, decretos...) y de normas (fueros, constituciones, leyes...), así como esas mismas normas, que regulan el funcionamiento de la sociedad para asegurar la conservación de las relaciones de producción que se dan en la estructura económica.
-
El sistema de poder lo constituyen las instituciones (administrativas, judiciales, educativas y en última instancia la fuerza) encargadas de imponer a la sociedad la aceptación y realización de tales decisiones y normas.
No siempre coinciden poder económico y poder político en el mismo grupo social; pero siempre, salvo en las coyunturas revolucionarias, existe armonía y complementariedad entre el poder político y el poder económico.
3. Estructura ideológica: Constituida por la ideología y los medios de difusión y control ideológicos.
La ideología es la representación ideal que de sí misma tiene una sociedad, de sus valores y de sus fines, y está inspirada por los intereses de la clase dominante a los cuales justifica y legitima.
-
Los medios de difusión ideológica son las instituciones o instrumentos por medio de los cuales se socializa la ideología: la religión, las fiestas y ritos, el arte, la literatura, la prensa, la escuela, etc.; es decir, todo aquello que comúnmente se llama cultura.
-
Los medios de control son las instituciones establecidas para perseguir y penalizar las desviaciones de carácter ideológico: tabúes, Inquisición, tribunales de honor...
La ideología, como los mitos, se interpone de tal manera entre nosotros y la realidad, que deforma completamente la visión que de ella tenemos dificultando su conocimiento.
Sólo la confluencia de los tres poderes —económico, político e ideológico— hacia la conservación del desigual reparto de la renta o riqueza social podrá darnos la clave para entender la trama de cualquier sociedad.
Todo lo anterior lo podemos ver, a modo de ejemplo, en un resumen esquemático del reinado de los Reyes Católicos.
C. EL ESTUDIO DIACRÓNICO
Si la estructura socioeconómica es la determinante a largo plazo de la evolución de la sociedad, cualquier intento de periodizar el desarrollo de una civilización debe basarse en los cambios que surjan en esta estructura y, sobre todo, en las relaciones de producción.
Atendiendo, pues, a la naturaleza de las relaciones de producción es posible distinguir provisionalmente tres modelos de sociedad (en la llamada civilización de Occidente), o modos de producción, distintos que se suceden cronológicamente: esclavista, feudal y capitalista liberal.
El paso de un sistema a otro siempre tiene lugar mediante revoluciones en que las clases dominadas se rebelan para cambiar unas relaciones de producción que consideran injustas.
Sin embargo, en el desarrollo de un modo de producción también debemos establecer períodos distintos basados en los cambios en el equilibrio de fuerzas sociales que se dan en las relaciones de producción, los cuales repercuten en la aparición de distintos regímenes políticos: monarquía feudal, autoritaria y absoluta en el modo de producción feudal.
Por otro lado, el desarrollo de un modo de producción, como el de la Historia, tampoco es homogéneo; así, dentro del período de vigencia de un modo de producción, siempre será posible encontrar distintas formaciones sociales que rivalizan entre sí, en el seno de las cuales pugnan modos de producción diferentes que protagonizan clases diferentes.
De todo lo anterior puede deducirse que, en el tiempo, el eje que vertebra la historia de las sociedades es el esfuerzo por conseguir mayores excedentes o renta social y la pugna por su distribución, lo que se traduce en lucha por o contra el poder, dado que su control supone el control de la distribución de excedentes. En consecuencia:
El eje argumental del estudio diacrónico debe ser esta lucha por o contra el poder y la consecuente ampliación o disminución de la cuota de participación en la distribución de la renta social.
Llevada esta conclusión al ámbito de las relaciones internacionales, la defensa del territorio y los recursos y su contrario, la conquista de territorios y de recursos, serán las líneas argumentales que las expliquen.
0 comentarios:
Publicar un comentario